Si quieres vivir una verdadera experiencia cervecera alemana, no dejes de conocer esta cervecería, la más grande de Valdivia, donde todos los días puedes tomar tours, además de probar su restaurante con recetas tradicionales.
No hay visitante que pase por Valdivia sin pasar a conocer la Cervecería Kunstmann.
Es ese recinto enorme que se ve en el sector de Torobayo, a 10 minutos de la ciudad, en la ruta costera que va hacia Niebla.
Ahí está desde 1997, cuando Armin Kunstmann y Patricia Ramos decidieron instalar en ese predio la planta de la cervecería familiar que partieron seis años atrás, cuando empezaron a hacer cerveza en el garage de su casa.
Con esa fábrica retomaban la tradición cervecera en Valdivia, que tuvo su auge en la primera mitad del siglo XX y que se detuvo tras el terremoto de 1960, que destruyó las instalaciones de la cervecería Anwandter, la más importante de la ciudad en esos años.
Ahora, la Cervecería Kunstmann es la más importante de Valdivia y ahí se elaboran millones de litros al año.
Aunque en esas ocho hectáreas no sólo está la planta, sino también un concurrido restaurante, donde puedes probar recetas alemanas junto a un refrescante schop.
Por este lugar es todo un imán para los turistas, porque ahí pueden vivir toda una experiencia cervecera al estilo alemán.
Tour cargado de historia
Si vas, no dejes de tomar uno de sus tours cerveceros, que se hacen todo el año, de lunes a domingo.
Puedes elegir entre dos opciones: la Experiencia Historia ($ 12.000, adulto) y la Experiencia Elaboración.
La primera consiste en un recorrido guiado donde te contarán la historia de la Cervecería Kunstmann y recorrerás el museo cervecero, que muestra los hitos de esta industria en Valdivia.
Además de uno de los lugares más interesantes que conocerás en este recorrido es el Patio del Lúpulo (en la foto superior), un jardín donde verás y olerás los diferentes ingredientes de la cerveza.
Entre esos hay varios tipos de lúpulo, esa planta que tiene unos frutos pequeños, con forma de piña, y que le aporta el amargor y el aroma a la cerveza.
Dura en total 50 minutos y termina con un refrescante schop en una de las salas del restaurante.
Para conocer el proceso de elaboración
En tanto, el tour Elaboración tiene un precio de $ 18.000 para adultos, $ 9.000 para niños (la edad mínima es de 12 años)
Ofrece lo que dice su nombre: un recorrido por toda la planta, donde conocerás cada uno de los procesos de elaboración, desde el lugar donde se cuece la cerveza hasta su embotellado.
Además del Patio del Lúpulo, que está en proceso de remodelación y que pronto incluirá tecnologías, como videos explicativos y una experiencia sensorial para aprender más sobre la elobración, basado en el edicto de la pureza.
Este tour finaliza con una degustación, donde podrás probar cuatro de las variedades que elabora la Cervecería Kunstmann. En tanto a los niños se les da un jugo o una bebida.
Ojo, que no es necesario reservar previamente tour, sólo llegar y sumarte al próximo que tenga cupos.
Comer y beber como alemán
Después de recorrer la planta, lo mejor que puedes hacer es pasar al restaurante de la Cervecería Kunstmann.
Ahí te puedes dar todo un festín alemán, porque además de los schops su carta tiene recetas alemanas tradicionales, ultra sabrosas.
Puedes partir como se debe, con un crudo bien alemán, que aquí está en dos versiones: uno ya preparado en pan de molde y otro para compartir, que trae todos los ingredientes para prepararlo a tu gusto.
De fondo, nada como un tradicional “lomo kassler“, sabrosos medallones de lomo vetado de cerdo ahumado, que se acompaña de repollo morado agridulce y puré de manzanas.
Si en vez de plato prefieres un sánguche, aquí podrás escoger entre varios sabrosos, como el “churrasco kunstmann“, que lleva churrasco, palta, tomate, tocino, mayo casera y el chucrut que le da el toque alemán.
No dejes de pedir postre, que todos son tentadores y algunos llevan cerveza entre sus ingredientes, como el helado de cerveza de arándano, que se sirve con dos galletas de cebada.
La torta de ciruela, bien esponjosa, también se elabora con cerveza, en esta caso la Kunstmann Doppel Bock, una con aromas a vainilla, café y caramelo.
¿Y algún postre sureño? Uno tradicional de la zona, la copa de membrillo con murta, un berrie muy popular en el sur.
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