Costo de la vida subió 25,5% en diciembre, con lo que la inflación en 2023 cerró en 211,4%. El experto analiza las primeras medidas del Presidente de ese país, Javier Milei. Enlace
En pleno proceso legislativo del proyecto Ley de Bases y Puntos de Partida para la libertad de los argentinos, llamada Ley Ómnibus, la inflación en la economía trasandina cerró 2023 con un alza de 211,4% bajo la presión del tipo de cambio. En su primer mes de gobierno, el Presidente Javier Milei espera avanzar en la aprobación de sus más de 300 normas y leyes, incluyendo los decretos de necesidad y urgencia (DNU) que aplicó el 2 de enero para desregular la economía, cuya vigencia es temporal y debe ser ratificada por el Congreso para convertirse en ley permanente.
Desde su experiencia de 10 años en LarrainVial, siguiendo la evolución de su país, el economista argentino Joaquín Rhodius observa menores expectativas de los inversionistas de las que tuvo en sus primeros días la administración de Mauricio Macri. En ese entonces, se esperaba que serían dos mandatos, con lo cual se harían grandes reformas.
“La dificultad que tiene Milei es enorme. Macri llegó con un 30% de inflación y Milei, con 211%. El primer mes, Macri tuvo una inflación de 5% y Milei, de 25,5%; Macri pudo liberar rápidamente el cepo cambiario y Milei no lo puede hacer. Al inversionista le pasan dos cosas: ya se quemó una vez y ahora dice que lo tienen que convencer dos veces. Tiene claro que es difícil realizar todos los cambios que el gobierno quiere hacer, pero a la vez está muy de acuerdo en lo que el gobierno quiere implementar”, dice Rhodius, quien se desempeña como director comercial de la empresa de servicios de asesorías financieras Betterplan Chile, inscrita en el registro de la CMF.
—¿Cuál es su evaluación sobre la recepción en el mercado que han tenido las medidas de Milei?
“Podemos dividir el mes en dos etapas. Los primeros 15 días hasta la Navidad, casi dos semanas, el mercado estaba muy optimista. Primero, la nominación de Luis Caputo como ministro de Economía, quien quizás no tuvo una experiencia tan positiva en el gobierno de Macri, pero es muy aceptado por el gobierno local e internacional, tiene mucha experiencia trabajando en mesas de distintos bancos internacionales. Después están las medidas del DNU donde lo que está haciendo, Milei lo resumió en una frase: ‘Está prohibido prohibir'. Se trata de eliminar toda una telaraña de leyes que no dejan al privado, al emprendedor y a quien quiera comerciar con este país hacer proyectos productivos. Eliminar esas leyes para que Argentina vuelva a tener este ímpetu más emprendedor, retorne al crecimiento económico dejando atrás el estancamiento de hace 15 años”.
“El mercado tomó bien el equipo económico y las medidas. Después, al DNU lo acompañó con la Ley Ómnibus, que el mercado también ve con buenos ojos, pero ahí empezaron al mismo tiempo las fuerzas contrapuestas, principalmente los sindicatos y gremios en Argentina”.
—¿Cuán difícil es que pase la Ley Ómnibus, asumiendo que Milei no tiene mayoría en el Congreso?
“Es muy dificultoso, pero ellos están bastante optimistas. Sorprende cómo han logrado acuerdos con el partido Juntos por el Cambio, que hoy está dividido. Incluso está logrando acuerdos con peronistas no kirchneristas, lo cual los hace estar optimistas en que pueden aprobar la ley”.
“Pero la gran interrogante no es solo si se aprueba la ley, sino en qué plazo, porque van a tener que negociar y meterle negociaciones en el Congreso. El gobierno espera aprobarla en enero y eso sería una extraordinaria noticia para los argentinos”.
—¿Cuál ha sido la oscilación del dólar?
“Tenemos varios tipos de cambio en Argentina. El tipo de cambio oficial que al asumir el gobierno llevó (desde $385 por dólar) o para hablar en números grandes, del orden de $400 a $800 por dólar ($835 el jueves último), con la idea de seguir devaluando y lo que el mercado pronosticaba era a razón de 5% mensual para que el país no se vuelva poco competitivo por la alta inflación”.
“Por otro lado, está el dólar blue o paralelo, y el dólar contado con liquidación (CCL), que es el que tiene transacciones financieras y que permite el cambio de pesos por dólar mediante compra de acciones o títulos de deuda; su valor el 8 de enero pasó de $1.000 a $1.200 por dólar y eso principalmente por el riesgo de rechazo al DNU. El problema que tiene Argentina es la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el dólar blue (que llegó a $1.120 por dólar el 11 de enero). Si la brecha es grande, el Banco Central no puede recaudar dólares, y la brecha al asumir el gobierno era respecto a $900 del dólar paralelo y eso se ha vuelto a ampliar. El objetivo es desarmar el cepo cambiario y que haya un solo tipo de cambio, hay que ver si logran hacerlo”.
—¿Cómo reacciona el mercado bursátil?
“En el mercado en renta fija en dólares, se ha visto una subida generalizada cercana a 50% y en el abanico de posibilidades de inversión, empresas como Mercado Libre y Aeropuertos Argentina 2000 pagan tasas en dólares entre 5% y 10%, que es lo que paga la región. Con tasas entre 10% y 15% están las empresas más involucradas con Argentina; entre 15% y 20% están las provincias, que tienen capacidad de emisión. Y con tasas del 20% al 30% anual en dólares están los bonos soberanos, respecto de los cuales el gobierno dice estar muy comprometido con pagar la deuda. Después están los bonos dólar link, atados al tipo de cambio oficial, y los bonos atados a inflación que hoy pagan tasas negativas. Buscar en Argentina una inversión que le gane a la inflación es casi imposible, por eso la gente gasta tanta plata”.
“En renta variable hay tres indicadores que ayudan a contextualizar. El Merval, que durante el gobierno de Macri llegó a un peak de US$ 1.800 y en su mínimo a US$ 250 con Alberto Fernández durante la pandemia. Hoy está en US$ 900, probablemente hay 100% y más para ganarse en estas acciones, pero todo está muy atado a lo que vaya a pasar”.