'Verse a sí mismo durante los chats de video constantemente en tiempo real es fatigoso', dice desde California el profesor Jeremy Bailenson.
Investigadores de la Stanford University de Estados Unidos observaron las consecuencias de pasar largo rato conectado a Zoom y determinaron que mirarse a sí mismo (efecto espejo) constantemente en la pantalla del computador o del smartphone desencadena agotamiento en la persona.
'Verse a sí mismo durante los chats de video constantemente en tiempo real es fatigoso', dice desde California el profesor Jeremy Bailenson, fundador y director de Stanford Virtual Human Interaction Lab (Vhil) que dirigió la investigación y la publicó en la revista 'Technology, Mind, and Behavior'.
-¿Cuáles son las consecuencias de este efecto espejo?
-En el mundo real, si alguien te sigue con un espejo constantemente, de modo que mientras hablas con la gente, tomas decisiones, interactúas con el resto, te miras en un espejo, sería una locura. Nadie lo consideraría jamás. Es agotador para nosotros. Es estresante. Recuerda que el efecto de verse en un espejo se ha estudiado durante décadas y afirma que Zoom, y sus frecuentes sesiones, 'provoca una autoevaluación negativa'.
-¿Algún consejo para los usuarios de Zoom, que son muchos?
-Uno de los pasos más fáciles para reducir la fatiga es hacer clic en 'autovideo' (self video) y hacer otro clic la casilla 'ocultar la vista' (hide self view) para evitar aparecer en pantalla. Toma unos días acostumbrarse a ello.
Si usted desea conocer más del estudio puede visitar el sitio stanford.edu y buscar la investigación al escribir zoom fatigue en la casilla search. Además, puede ver el link https://stanford.io/3bHCP8r.
Efecto egótico
Rodrigo Browne, doctor en comunicaciones, docente e investigador del Instituto de Comunicación Social de la Universidad Austral, coincide con Bailenson. 'Nadie anda permanentemente mirándose en un espejo, pero en esta lógica de zoomización de nuestras vidas hay un efecto egótico, de cuidarse a sí mismo, de proyectarse bien en la pantalla, de autocrítica, de dar lo mejor de mi imagen'.
Agrega que 'ese efecto espejo es hasta una suerte de autovigilancia de cómo me estoy viendo porque te pone a ti en un lugar prioritario de la pantalla. Y ves si tienes ojeras o no, por ejemplo. Y esto al final, te incomoda, fatiga, pero es algo tentador también de verse presentable. Es un cansador doble juego'.
Aparato sensorial
El sicólogo Ricardo Bascuñán, docente de la Universidad Central, resalta que esta plataforma 'nos demanda más recursos, más energía, hay un aspecto tensional también cuando nos caemos o se pega la imagen y la reunión sigue'. Del efecto espejo comenta que 'verse uno mismo es un proceso al que no estamos acostumbrados, pero es nutritivo para el desarrollo personal y entregar los mensajes de mejor forma'. Argumenta que 'a los seres humanos, en este sentido, les es más fácil conocer la forma de comunicarse de los otros porque nuestro aparato sensorial está destinado a conocer hacia fuera: mirada es hacia fuera, escuchamos hacia fuera, tocamos hacia fuera, entonces verse uno mismo consume más energía. Y apagar la cámara, como sugiere el profesor de Stanford, puede ayudar a no fatigarnos tanto'.
Manuela García, sicóloga de Clínica Somno, acota que muchas personas que se deben enfrentar al Zoom 'simplemente no prenden la cámara, lo que para la o las otras personas es como hablar con una pared'. Manifiesta que en el efecto espejo en Zoom, desde su óptica clínica, 'lo que genera más ansiedad y tensión es la desconfianza y exigencia de que se piense que no está haciendo el trabajo'.
María Paz Altuzarra, sicóloga de Clínica Universidad de los Andes, aporta que 'no estamos acostumbrados a mirarnos al espejo a cada rato y una reunión de una hora es como ver nuestra imagen durante una hora en un espejo y eso puede ser bien cansador. Además de que tenemos que usar toda nuestra capacidad para captar las claves del otro, las no verbales, las sensoriales, que en una reunión de Zoom no son tan claras en la pantalla como en el cara a cara, especialmente si hay muchas personas en la reunión'.
Invitación de Bailenson
El profesor de Stanford también menciona otras razones para el cansancio: la cantidad excesiva de contacto visual de cerca que es muy intensa, que los chats de video reducen nuestra movilidad habitual y que la carga cognitiva es mucho mayor en los chats de video.
Cuenta a este diario que su trabajo no termina con las cuatro razones de la fatiga del Zoom. 'Estamos llevando a cabo un gran estudio que examina las normas de la población; por ejemplo, hay razones para predecir que la fatiga de Zoom será peor para las mujeres que para los hombres, según investigaciones anteriores en video. Nuestro estudio está en línea y es gratuito para participar'.
Si le interesa vea el link https:// bit.ly/2NGEH9u. 'Verse a sí mismo durante los chats de video constantemente en tiempo real es fatigoso', dice desde California el profesor Jeremy Bailenson.
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