Solo 19 proyectos comenzaron sus trabajos en septiembre, según Iconstruye. En 2019, partían en promedio 60 faenas mensualmente. Debilidad de la demanda de viviendas, altos stock , trabas crediticias y en permisos están afectando a la industria.
Algunas grandes empresas del sector de la construcción confiesan que hasta marzo de 2024 prevén estar sin iniciar proyectos. Ello, en medio de la debilidad de la demanda por viviendas, las dificultades para el acceso a financiamiento hipotecario para las personas y el elevado stock de casas y departamentos nuevos que existe en el país, que supera las 100.000 unidades.
Esto se refleja en el último reporte InfoConstrucción, elaborado por Iconstruye, la mayor plataforma tecnológica del rubro, que monitorea su actividad —en especial, los movimientos de las grandes empresas—, documento que revela que los indicadores clave de la industria experimentaron un nuevo descenso en septiembre. Esto, porque fueron solo 19 las obras que iniciaron operación en ese mes, 14% menos que lo registrado en agosto y 24% por debajo de septiembre de 2022.
A la vez, se trató de la segunda baja mensual consecutiva de este ejercicio y en volumen, septiembre solo superó a las 17 faenas que se registraron en enero y febrero.
La incorporación de nuevos proyectos durante 2023 arroja un promedio mensual de 23 faenas, cifra que representa una caída de 62% si se compara con la media de obras (60) que iniciaban sus operaciones mensualmente en 2019, período previo a la pandemia.
Razones
Isabel Pinochet, gerenta comercial de Iconstruye, señaló que 'la disminución en la actividad de la construcción se debe a varios factores: las dificultades y mayores exigencias para otorgar financiamiento por parte de los bancos, como también las numerosas barreras para obtener permisos, especialmente medioambientales, lo que genera una gran incertidumbre, que termina impidiendo la partida de nuevos proyectos'.
La ejecutiva añadió que 'existe un sobrestock de viviendas en el mercado inmobiliario, lo cual, sumado a las dificultades que enfrentan las personas para obtener créditos hipotecarios, actúa como un fuerte desincentivo para la inversión en la industria'.
Pinochet estimó que el sector inmobiliario tiene stock para cuatro a cinco años, 'situación que es delicada, ya que las empresas solían comenzar nuevos proyectos con dos a 2,5 años de inventarios en tiempos normales'.
El Gobierno anunció esta semana un beneficio de tipo tributario de hasta $1 millón anual por cinco años —sumando $5 millones—, para las personas que adquieran una vivienda nueva. Esto regirá apenas entre en vigencia la ley que se tramita en el Congreso.
El informe también indicó que en la comunidad de empresas que gestiona sus obras en Iconstruye, septiembre cerró con solo 962 proyectos en ejecución a lo largo del país. De estos, el 55% está en etapas finales de construcción, 25% en fase de obra gruesa, 16% en labores iniciales y 4% en fundaciones.
'En el pasado (prepandemia) teníamos un total de más de 1.500 obras activas, pero hemos notado que el número de proyectos finalizados supera con creces el inicio de los nuevos. Esta tendencia nos preocupa profundamente, ya que es una clara señal de que la industria no está experimentando una reactivación significativa, lo que a su vez tiene un impacto negativo en el empleo en nuestro sector', sostuvo Pinochet.
Agregó que si no entran nuevas obras, a fines de año habrá apenas 500 iniciativas en operación, afectando los puestos de trabajo del rubro.
Otro indicador que analiza el informe es el monto promedio por órdenes de compra —que fue de $2,25 millones el mes pasado— y que refleja el valor de los materiales e insumos. El reporte constató un aumento de 2% en septiembre respecto de agosto, pese a la disminución de la actividad. 'Los precios se estabilizaron, ya no son una preocupación como lo fue después de la pandemia, donde se vio un fuerte incremento de 37%', sostuvo la ejecutiva.