La compañía Biósfera Austral, dedicada a proyectos de tipo conservacionista, está partiendo una iniciativa en la zona de Punta del Este - José Ignacio. El empresario Alejandro Hirmas se registró con su firma Globalfolio en el Banco Central de este país, y desde inicios de año que está viviendo allá, armando la oficina en Montevideo. Enlace
El 3 de noviembre pasado en Carrasco, Montevideo (Uruguay), en el hotel Cottage, hubo un desayuno que congregó a varios chilenos. El telón de fondo de la cita fue de tipo deportivo, llamado La Copa de la Amistad. Pero fue además una instancia en que la corredora de propiedades chilena Soledad Vidal aprovechó para concretar una charla para exponer a la audiencia oportunidades inmobiliarias en ese país.
'Me auspició Gustavo Zerbino y Roberto Canessa como invitación a la charla, entremedio de las actividades deportivas para los chilenos que venían', confirma la empresaria del rubro inmobiliario, en alusión a dos personalidades muy conocidas en Chile, pues sobrevivieron a la Tragedia de Los Andes, ocurrida en octubre de 1972.
Es que Soledad Vidal -quien se hizo masivamente conocida en Chile al vender la casa del tenista Marcelo Ríos, en Valle Escondido, en 2021- lleva ya 15 meses viviendo en Punta del Este, ciudad a la que se trasladó para desarrollar allá su actividad y proyectos.
Y como ella, ya son varios los chilenos que en distintos rubros se han entusiasmado con Uruguay en los últimos meses. Cencosud tiene instalado allá su hub tecnológico desde fines de 2022, y hace una semana, DF dio a conocer que la firma PatagonLand partía su internacionalización con proyectos al este de Montevideo. Y hay otros varios empresarios que en el mismo rubro están concretando su internacionalización en Uruguay.
Los inmobiliarios
La firma Biósfera Austral, que en Chile ya suma seis proyectos en la zona de la Patagonia bajo la ley que garantiza el Derecho Real de Conservación, es una de las compañías del rubro inmobiliario que ya puso sus ojos en Uruguay. Tan reciente es esta apuesta que la iniciativa en ese país aún no tiene nombre.
Ubicado en la zona entre Punta del Este y José Ignacio, el predio que están desarrollando tiene unas 100 hectáreas totales en el sector rural (no costero), que también tendrá las características de su actividad en Chile: parques privados de conservación. Es decir, con limitaciones.
'Entramos a Uruguay recién. Reservamos el campo, lo promesamos y estamos haciendo los trámites legales, constituyendo la sociedad allá', confirma Diego Varela, fundador y gestor de Biósfera Austral, firma en que también participan como socios Rigoberto Rojo, uno de los altos ejecutivos del grupo Angelini, a cargo del área alimentos (Nutrisco), y Francisco Fontecilla. Varela detalla que la iniciativa consiste en unas 15 'chacras' como le llaman en Uruguay a estos predios, de cinco hectáreas, en las que el propietario tiene la posibilidad de habitarlo con restricciones arquitectónicas, de modo de proteger el paisaje y el suelo. Por ejemplo, sólo puede hacerse una casa normada.
La inversión para Biósfera Austral es de unos US$ 2 millones iniciales, y contemplan un plan para ir aumentando dicho monto, a unos US$ 5 millones en el mediano plazo, pensando en un amplio mercado de clientes de Uruguay, Argentina y Brasil, y con la intención de sacar este primer proyecto al mercado para venta en abril.
'Uruguay es nuestro primer país como parte de una estrategia de internacionalización en Latinoamérica', agregó Rigoberto Rojo, quien precisó que para esta iniciativa trabajan con el mismo equipo con el que lo hacen en Chile, la Fundación Geute Conservación Sur, que son los garantes de los derechos reales de conservación, y con Francisco Morandé, el arquitecto. Su socio Diego Varela resaltó la certeza jurídica y estabilidad del país a nivel político, económico y cultural, como parte de los ingredientes que los entusiasmaron con el proyecto.
Tanto en prensa -el diario Ámbito.com- como en radios de Uruguay, otro grupo de inversionistas gestores, de origen chileno, ha difundido otra iniciativa de tipo inmobiliario: El Mirador Pueblo Garzón, un proyecto precisamente cercano al colonial pueblo Garzón, donde se emplaza, por ejemplo, un restaurant del afamado chef argentino Francis Mallmann, en Maldonado.
'Cuando decidimos seducir de alguna forma a los inversionistas chilenos para que elijan Uruguay, fue básicamente pensando en que el negocio en Chile se había ralentizado', dijo a ese medio uruguayo Carlos Pinto, uno de los chilenos tras la iniciativa.
Contactado por DF MAS, Pinto detalló que son tres los socios, pues junto con él están también José Tomás Fernández y Raimundo Piraino, quienes en Chile se han dedicado a desarrollar loteos, en Catemu (Los Andes), San Fernando, Fresia y Pargua, entre otros lugares. 'Pero todo se puso complejo con las parcelaciones', indica Pinto, por lo que decidieron ir a Uruguay.
El proyecto -en comercialización con la firma local Cánepa & Cánepa- contempla seis chacras de cinco hectáreas, cada una, y con una inversión inicial de US$ 1 millón, que luego los gestores tienen en vista a ampliarla, en la medida en que crezcan hacia otros ámbitos en Uruguay (barrios privados, condominios, etc). La iniciativa inicial contempla urbanización en medio de lagunas que hay en la zona.
Los beneficios tributarios
Soledad Vidal, a su turno, cuenta que, sin dejar su negocio de corretaje en Chile -de homónimo nombre SV Propiedades-, decidió partir a Uruguay, y hoy está instalada en Punta del Este, motivada por tratarse de un país 'sumamente estable política y económicamente', dice. Y que, por lo mismo, ha captado el interés de chilenos. Por ejemplo, cuenta que en materia inmobiliaria el país tiene diseñado un mecanismo denominado 'Vivienda Promovida', una normativa (ley 18.795) que entrega beneficios tributarios y exenciones, con el fin de promover la inversión privada en construcción.
Vidal se vinculó como asociada y comercializadora de la firma Alta Developers, ligada al empresario local Martin Dogliani, que actualmente está desarrollando un proyecto de vivienda promovida (La Cañada), y dos proyectos en José Ignacio, Alma Juana 1 y Alma Juana 2. Estas dos últimas son iniciativas de baja altura, de entre US$ 300 mil a US$ 500 mil la unidad, y según Vidal el primero ya se vendió 'en piso' (en verde), mientras el otro ya está en 40% vendido también.
'En Chile la cosa se veía estancada, y dije ‘voy a probar’, y efectivamente acá está muy activo', describe Vidal, pues los compradores -con fuerte mercado tanto local, como de brasileros, argentinos y europeos- buscan segundas viviendas tanto para uso propio como para renta, en especial los primeros 15 días de enero, que son los más fuertes en período estival.
Alejandro Hirmas: su opción por vivir en Montevideo
En un rubro distinto, el financiero, el empresario Alejandro Hirmas, ex ejecutivo del grupo Penta hasta 2008, es otro chileno que apostó por Uruguay, abriendo allá oficina propia de su compañía Globalfolio, este 2023. Una resolución fechada el 27 de enero de este año del Banco Central de Uruguay confirma que la compañía ya obtuvo autorización para funcionar como Gestor de Portafolios en ese país. Y tras esa autorización, debutó en marzo con oficina directa.
De esta manera, el propio Alejandro Hirmas se trasladó a principios de este año a Montevideo a cargo de este despacho, junto con otro socio uruguayo que vivía en Chile, Facundo Torres (ex Celfin). Globalfolio también lo integran otros dos socios chilenos, Jorge Salamé y Cristián Echeverría, que siguen en la oficina local.
'Nosotros gestionamos altos patrimonios', precisa Hirmas desde Montevideo, quien detalla que con la oficina atenderán a clientes argentinos, además de chilenos. 'En Chile, la verdad es que las regulaciones que había no nos calzaban para lo que nosotros hacíamos. Teníamos que buscar en otra parte. Uruguay nos dio esa tranquilidad y por eso nos vinimos', cuenta al teléfono Hirmas, quien describe que en Uruguay existen muchas zonas francas donde se han instalado empresas de todo tipo.
'Es un mercado dinámico, que está creciendo (…) Uruguay es un país que ha traído muchas inversiones por distintas razones, tributarias, de regulación. Es un mercado atractivo para invertir. Es chico, son 3,5 millones de habitantes, pero para el mercado externo es atractivo. Me he adaptado bastante bien. Es un lugar muy tranquilo, y muy agradable para vivir', describe Hirmas.
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