Dejar el teléfono siempre en la guantera es una de ellas.
José Antonio Neme (40) dice que, si tuviera que hacerse una autoevaluación como conductor, "me pondría un 5 o un 6. Cuando partí, creo que un 4 y hasta un rojo".
"Manejo como un viejito, ando lenta No es que lo haga mal, sino que soy muy distraído y disperso, me cuesta concentrarme", admite el conductor del matinal "Mucho gusto". ¿A cuánta velocidad maneja? "Rucha, no sé. Soy lento para reaccionar ante cualquier cosa", afirma.
Por eso, su experiencia al volante -maneja desde los 17 años- ha sido nutrida: ha tenido frecuentes topones con objetos (desde pilares hasta árboles) contra los cuales se iba en su época universitaria en el Campus Oriente (estudió Periodismo en la Universidad Católica). Y también varios cuneteos. "Es una cuestión ridícula", dice.
Sus desventuras han sido hasta segmentos en el Matinal. Hace años se le reventó una rueda cuando iba entrando a Mega (chocó con un bloqueen Vicuña Mackenna) y el elenco del "Mucho gusto" de esa época fue a ayudarlo a cambiarla. En abril sufrió una pana en plena Avda. Kennedy y desde el programa llegaron hasta allá e hicieron un despacho en vivo.
-¿Se le confunde la izquierda con la derecha?
-No se me confunde, ni para manejar ni en política, jajá. Lo tengo súper separado.
Para evitar cualquier problema, Neme cuenta que ha adoptado algunas costumbres para distraerse menos.
Dejar el teléfono en la guantera. Fue una enseñanza del conductor de televisión Mauricio Bustamante, la cual aplica desde hace unos cinco años. "Me ha resultado, porque efectivamente hay un factor de distracción menos. Es que uno como periodista siente la pulsión de revisar cualquier tuit o un mail en un semáforo", dice.
Criar bien a sus animales. Comenta que casi siempre maneja sin otros humanos al lado, pero sí con sus cuatros perras. "Uno adelante, la Lali atrás y en la tercera corrida de asientos van los dos más chiquitos", detalla. Para evitar distraerse con sus saltos o juegos, procura llevarlos con un cinturón para que tengan poco rango de movimiento. "Así se mantienen quietos, en la medida de lo posible", dice.
Siempre las llaves en el misma lugar. Antes perdía las llaves del auto y los tickets de estacionamiento con frecuencia. "Son carísimas las llaves digitales, no es como que pierdes una y pides repuesto, cuestan harto", dice. Por eso, opta por guardarlas siempre solo en el bolsillo izquierdo de su pantalón.
-¿Los tapones y rayarles serían su especialidad?
-Soy bueno para (topar) el pilar, las postes y muros. Pero por suerte estos autos tienen una chicharra que suena (cámara trasera con sonido). ¡Es el mejor invento de la vida! Cuando colocas marcha atrás y hay algo cerca, te avisa que estás a punto de embarrarla. Pero así y todo igual me pego topones. En los pilares de mi edificio se me olvida de qué lado están, no los integro al espacio físico.
-Pamela Díaz contó que le pasaba algo igual al manejar.
-Es que los Piscis somos muy distraídos y andamos en un mundo interno que ni siquiera nosotros entendemos. De repente uno se va a Saturno. La gente que me conoce me cacha: estoy ahí pero en verdad no estoy. Puede estar mi cuerpo pero mi cabeza, lejos. El problema es que si estás manejando la cosa es seria.
-Buena reflexión.
-Creo que tenemos muchas cosas en común con Pamela Díaz, entre ellas un carácter fuerte y deslenguado. Debernos ser de lo más honesto que hay en la tele, a ella le creo todo.
-Katherine Salosny es una buena amiga suya, ¿se sube al auto con usted?
-No, la Kathy es muy cuática, me dice que yo siempre choco. Yo le digo: ¿por qué ese augurio?? ella me dice que se me cruzan los postes y las rejas. La gente cree que soy maleducada, pesado, pero yo estoy lejos del planeta Tierra veinte horas al día.
-Tras esta entrevista creo que la nota de su autoevaluación fue generosa.
-Es que estoy rehabilitado, estoy en vías de mejorar. No tengo un siniestro hace harto rato, estoy súper consciente de los pilares y me estaciono lentito. Por eso soy como un viejito al volante, que son bien precavidos.
¿Cómo evitar riesgos?
Hacer listas puede ser una buena solución para una persona distraída. Pero Álvaro Vidal, neurólogo de Clínica Somno, considera que "se estimula menos la memoria al hacerlas, por eso es ideal que sea sólo para casos de algo importante". A su juicio, si alguien es muy distraído al manejar, la clave es no andar con el celular a mano. "Eso se debe evitar al máximo. Hay que llevar todos los sentidos a propiciar una buena conducción, tanto para la persona como para el entorno".
Ana María Villarroel, magíster en Terapia Cognitivo Social y doctora en Psicopatología de la Universidad Autónoma de Barcelona, explica que "las personas distraídas pueden serio tanto por razones neurológicas como emocionales. La corteza prefrontal del cerebro es la encargada de los procesos de atención. Pero también participa el sistema límbico, que regula los procesos emocionales. Dentro de estos, la ansiedad dificulta la atención, ya que nos posiciona en un estado de alerta que impide mantenerse focalizado en un solo estímulo". Destaca que "todos los conductores hemos de prestar total atención al volante y las personas distraídas deben ser más cautas. Una buena medida es conducir a la velocidad mínima permitida, así como mantener el celular apagado y evitar conducir en estado de somnolencia".
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