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[EL MERCURIO] Ley Fintech: El precio de la confianza

Hace unos meses entró en vigencia la Ley 21.521, conocida como 'Ley Fintech'. Luego de años de tramitación, dudas y suspicacias en cuanto a los posibles efectos en la industria, se logró un resultado muy positivo, con bastante consenso respecto del valor que esta ley tendrá para la competencia, inclusión e innovación en los servicios financieros.



Es triste ver día a día cómo se destruye la confianza en instituciones políticas y sociales que durante años han gozado las ventajas de contar con ese apoyo casi incondicional que les permitió llegar hasta donde están. Como dice el refrán: crea fama y échate a dormir. Lamentablemente, hacerse de una buena fama con los clientes es una tarea cada vez más ardua y compleja, especialmente en el sector financiero, donde distintos escándalos han alcanzado gran vitrina y conocimiento público, generando falta de confianza.


Un mercado concentrado, donde pocos actores han sabido 'crear su fama' de manera exitosa, sumado a la desconfianza en el sector, significa una importante barrera de entrada para que nuevas empresas innovadoras y tecnológicas puedan ganarse un espacio. Es aquí donde la Ley Fintech le tiende una mano a la competencia en el sector financiero: a los consumidores, a las pymes y a la tecnología. Así, la CMF entra a regular a cientos de empresas que actualmente pululan en el mercado nacional sin mucho control, les entrega un sello de seriedad y formalidad necesario para poder prosperar, contribuyendo al aumento de confianza.


Por otro lado, la misma ley sienta los cimientos en Chile de lo que se conoce como 'Open Banking' o sistema de finanzas abiertas, fomentando y regulando la comunicación entre los distintos actores del mercado financiero, promoviendo la flexibilidad y transparencia, siempre con el permiso de los clientes, entregando el poder de la información al consumidor. Otro gran paso hacia el incremento en la confianza.


Sin duda, esta ley implica más burocracia y labor administrativa para la fintech, pero nada es gratis en la vida, menos aún la confianza.


Rafael Alonso Co-fundador y COO Betterplan

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