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Foto del escritorVital Comunicaciones

[LUN] Oftalmólogos aclaran a quiénes les sirven los anteojos multifocales

Aparato óptico alemán toma medidas microscópicas del rostro para crear modelos 100% personalizados. Enlace


Multifocales vs. bifocales


Los años no pasan en vano y detalles que antes eran tan fáciles de distinguir -como el número de la micro- se convierten en un montón de manchas sin sentido. Esta pérdida gradual de la visión, llamada presbicia, comienza pasados los 40 años con síntomas como visión borrosa o cansancio visual. Así, muchas personas ya cortas de vista se ven obligadas a tener más de un par de lentes: uno para mirar de cerca y otro de lejos, cambiándolos según el momento. Una tecnología para ahorrarse esa incomodidad son los lentes multifocales, que permiten una visión cómoda a diferentes distancias.


'La gracia es que tienen diferentes zonas de aumento que permiten a la vez ver muy bien de lejos y ver muy bien de cerca. Están indicados también para pacientes con astigmatismo, miopía o hipermetropía. Es decir, que usen lentes habitualmente y además tengan presbicia; con un solo par de anteojos, soluciona todas las necesidades visuales', afirma Pablo Musa, oftalmólogo de la Red de Salud UC Christus. Aunque fabricados con un cristal parejo, estos anteojos tienen más aumento hacia la parte inferior de los lentes; por lo tanto, cuando recién comienzan a usarse se puede percibir que el piso se mueve un poco o, incluso, algunas personas sienten mareos durante las primeras semanas.


'En general, para cualquier anteojo damos tres semanas para evaluar la tolerancia; con los lentes multifocales extendemos eso hasta máximo un mes', aclara Musa. 'Al tener dos lentes en uno es claro que los multifocales son técnicamente mucho más difíciles de fabricar, ya que deben estar adaptados 100% a cada paciente; es decir, a la distancia de sus ojos, sus pupilas, la nariz, entre otros y un milímetro podría hacer la diferencia', agrega. La tecnología de los multifocales ofrece una visión progresiva para diversas distancias, mientras que los lentes bifocales tienen dos zonas específicas de visualización (una de lejos y una de cerca, que se separan por una línea que delimita las dos zonas). 'Con un solo lente se logra una buena visión a toda distancia. Si tengo un solo lente para toda distancia siempre está puesto, por lo que es más difícil que se pierda, se me quede algún lugar o que, por tenerlo en el bolsillo o cartera, me siente y lo aplaste o lo raye', destaca Rodrigo Fanjul, oftalmólogo de Nueva Clínica Cordillera


Tecnología personalizada


En Av. Kennedy, en Las Condes, se ubica Zeiss Vision Center, centro óptico de la empresa alemana homónima que suma 177 años de trayectoria en servicios oftalmológicos. Entre ellos cuentan con un equipo que se llama Visufit 1000, lanzado en 2021 a nivel mundial y que llegó a Chile en 2022. ¿Su gracia? Tiene nueve cámaras estereoscópicas que retratan las medidas microscópicas del rostro del paciente para crear un diseño de anteojos -entre ellos, multifocales- de acuerdo a la receta 100% personalizada.


'La promesa es que tengas el rendimiento máximo de los anteojos. Todos estos lentes se fabrican en Alemania una vez que recopilamos todas las medidas del rostro; se digitan los datos con las imágenes 3D y llegan a Chile en un lapso de dos a tres semanas', detalla Matías Schomburgk, manager de Zeiss Vision Center. Más info en Zeissvisioncenter.com (https://acortar.link/WKBl9H).


Ojo


Un gran problema de los lentes multifocales es llegar a acostumbrarse. De hecho, no son pocos quienes vuelven al oftalmólogo porque sufren mareos al usarlos: si tras el periodo de adaptación sigue con molestias es esencial pedir el cambio, aconseja Rodrigo Fanjul, oftalmólogo de Nueva Clínica Cordillera.


'Estos lentes tienen varios peros. Primero, el costo; son mucho más caros que los monofocales normales; segundo, las aberraciones periféricas (halos que se forman alrededor de las imágenes); tercero, la curva de aprendizaje y tolerancia, porque cuesta empezar a usarlos y hay pacientes que nunca llegan a acostumbrarse', advierte. 'Si los anteojos se tienden a caer hacia abajo o si uno se marea pasadas las tres semanas de uso, es indispensable acudir a la consulta para cambiarlos', confirma su colega Pablo Musa.

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