Señora Directora:
Comprar una vivienda en Chile es incluso más difícil que en algunos países desarrollados, como señaló la Cámara Chilena de la Construcción hace unos días, generando impacto en la prensa. Pero, ¿debiese sorprendernos? Nuestra regulación no está pensada para los cambios demográficos actuales y eso está afectando el acceso a la vivienda.
La fórmula es simple: suelo caro por la escasez, sumado al IVA a la vivienda y a las restricciones a los planos reguladores, dan como resultado precios de casas y departamentos asequibles sólo para unos pocos.
¿Cómo resolverlo? La ordenanza general de construcción y los planos reguladores comunales no conversan con la tendencia hacia familias cada vez más pequeñas. Se asume que los hogares tienen cuatro personas en promedio y en base a eso se regula la densidad, pero los cambios demuestran que los hogares median entre tres y dos personas, siendo éste el grupo que más crece.
No tiene sentido que se esté restringiendo la densificación en sectores con buena accesibilidad pensando en una realidad demográfica anticuada, limitando el acceso a muchas personas a vivir en mejores ubicaciones y, por el contrario, se empuje con esto al encarecimiento del valor del suelo y de la vivienda.
Rafael Bennet, Gerente General Inmobiliaria Santafe
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